En muchas partes y en ninguna
En el universo de "Los delincuentes" nada parece ser único en su género. Hay una serie tanto de duplicaciones —¿o multiplicaciones?— como de oposiciones que atraviesa toda la película. Entre las duplicaciones están la pizzería y el drugstore Imperio; el niño pidiendo tres vasos de agua seguidos y Román tomando tres vasos de vodka al hilo en una barra; el ritmo de la percusión en la clase de música de la mujer de Román y la música creada por Román sellando recibos en el banco(...)