Emilia Herrerías Martínez | Federico Bianchetti
Emilia Herrerías Martínez nació en Salta en 1984. Es Licenciada en Cs. de la Comunicación por la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Escribe en Revista Taipei. Forma parte del libro Aquí adentro de la revista Tucumán Zeta y de Los amigos difíciles, primera antología de N/n Nuevas Narrativas, un programa de formación para escritores y cineastas en proceso de emersión. Federico Bianchetti es postproductor de imagen y programador web, estudiante avanzado de la Licenciatura en Audiovisión con mención en Postproducción de Imagen por la Universidad Nacional de Lanús y estudiante de la Licenciatura en Sistemas por la misma casa de estudios. Es miembro del Grupo de Estudio en Paisaje Sonoro [GEPS], coordinado por el Mg. Alejandro Brianza, y guionista y postproductor de imagen en Detrás de la Banda, podcast acerca del sonido en cine. Colabora en Taipei.
Salgo del ensimismamiento. Las dos montañas de fideos que aparecen frente a nosotros me obligan a prestar atención. Mi hambre se refleja en tus ojos pero vos sos la más hábil. No tengo, todavía, esa destreza para hacer de los palillos una extensión delicada de mis dedos. Tengo el deseo pero no la técnica. Es un incordio, porque los fideos y las verduras se me piantan a cada rato y lo único que saboreo es el aroma de un aceite delicioso que vuelve todo más desesperante(...)
Gerd Roscher, explorador solitario, viaja una y otra vez hasta memorizar cada paso del rito ceremonial. La repetición de una estructura de variaciones, movimientos y cambios sostiene y perpetúa el ciclo. El acercamiento progresivo a la comunidad le permite adentrar la cámara y el micrófono en el núcleo mismo de los tarahumaras. Allí, la puesta en escena de la danza circular sobre el polvo de la tierra mexicana es un baile de relevos y continuidades: él también forma parte de esa danza(...)
Nadie puede escaparle al estatuismo. A todos nos pasará: querrán acariciarnos y solo se encontrarán con una fría aspereza; querrán rasguñarnos y nuestra piel será imperturbable. Por suerte, de tanto en tanto, algunas piedras devienen jardín. Por suerte, más pronto que tarde, habrá nuevas manos acariciando las flores(...)
