Una de las cosas más difíciles en aquel momento fue descubrir que familiares, amigos, estaban apoyando al gobierno fascista. Era impresionante, no lo podíamos creer. Nos pareció como si estuviese ocurriendo una epidemia, una epidemia de ceguera. Y nos pareció que sería apropiado contar una historia de ceguera con una metáfora de las cosas que estaban pasando en ese momento en Brasil(...)