Lo que hermana a Quilmes y Liniers no es solo la referencia explícita, que sería lo de menos, sino el hecho de que ambos territorios son los puntos de partida de sus protagonistas, Mirta y la Flaca. En los dos casos se trata de mujeres que rememoran un período de cambio en el pasado y se mueven desde su lugar de origen hacia el centro de Buenos Aires, y luego hacia otras partes del mundo, impulsadas en un caso por la vida social y el arte, y en el otro por el amor y la militancia política(...)