Cine quinqui

Encerrados en el agujero interior Como si nada hubiera sucedido

Encerrados en el agujero interior

Tal vez valga la pena distinguir entre dos tipos de feísmo: el que aprovecha una tendencia o una moda, y entonces ofrece pinceladas gruesas, detalles de monstruosidad, abordajes tímidos que apenas ocultan la vergüenza —cineastas que, sospechamos, filmarían algo diferente si el viento soplara en otra dirección—, y, por otra parte, el que le da forma a un cuerpo de obra, el que gracias al empecinamiento y una visión del mundo desarrolla un estilo distinguible. Esa es la distancia fundamental entre "Los insomnes" (1986), de Carlos Orgambide, y "Kindergarten" (1989), de Jorge Polaco(...)