Cine y ciudades

En el nombre de Helena Arrebatos

En el nombre de Helena

En Rohmer es fundamental que el espectador vaya construyendo en su cabeza la forma de pensar y sentir de cada personaje, y que a partir de ello entienda de manera más acabada sus motivaciones y su accionar. Más arriesgado aun, lo excepcional no es solo sopesar su hondura, sino tratar de intuir en ellos una filosofía vital, un conjunto de “convicciones íntimas”, como dice Félicie, que los trascienden y organizan subrepticiamente la obra. Para entrar en el juego solo se pide una cosa: desembarazarse de esa idea superada de que lo dicho en los diálogos debilita la puesta en escena y estar abierto a la fascinante relación dialéctica entre lo que el plano no termina de mostrar y la palabra no termina de explicitar(...)
Los espacios resignificados. Cinco puertas a Takashi Ito Cine expandido

Los espacios resignificados. Cinco puertas a Takashi Ito

A mitad del corto vimos un dedo enorme en primer plano —el de Ito padre— que se acercaba lentamente hacia la nariz de su hijo, para presionarla. Luego se sucedían planos similares, con el dedo tocando otras partes del cuerpo del niño. En los últimos segundos hay un plano similar, pero ahora el dedo toca una pantalla que reproduce la imagen del niño. Las implicancias de esta idea son demasiado dolorosas para ponerlas en palabras. La tecnología permitiría, al menos, la persistencia de esa imagen amada. Pero solo de la imagen. Es un final desolador para un breve diario familiar que puede pensarse, también, como una hermosa carta de amor(...)