En sus poemas, Claudia Masin parecería estar registrando, muy solapadamente, un texto-lectura del cine. Es evidente su participación profunda en el hecho fílmico. La poeta no escribe la película: escribe sus repercusiones. Busca "la alegría de hablar como quien raspa / las palabras propias / contra las ajenas y ve surgir la llama débil / del lenguaje compartido"(...)