Las siguientes cartas fueron seleccionadas del libro Memo, de David O. Selznick (The Viking Press, 1972), y corresponden a su primer período de trabajo en la MGM, uno de los primeros pasos que dio en el cine, a sus 27 años. Estos primeros memos, dirigidos a los productores Harry Rapf y Louis B. Mayer, quien fuera primero co-fundador de la MGM y luego, en 1930, suegro del propio Selznick, dan cuenta de la bocanada de aire fresco que la llegada de Selznick significó para Hollywood, ya desde sus primeros años. El itinerario posterior de nuestro protagonista incluiría proyectos en la Paramount, la RKO, un regreso a la MGM y, finalmente, la conformación de su propio estudio, Selznick International Pictures, junto a sus consiguientes adaptaciones a un mercado cinematográfico siempre cambiante. Un recorrido no exento de material escrito que permite entender qué es lo que hay detrás de sus películas, incluyendo estos famosos memos recopilados dentro del libro.
Los editores
Traducción: Iván Bustinduy
15 de octubre de 1926
Al Sr. Harry Rapf
Hace algunos meses tuve el privilegio de asistir a dos proyecciones privadas de una película que es, sin lugar a dudas, una de las más grandes jamás realizadas: El acorazado Potemkin, realizada en Rusia bajo supervisión del gobierno soviético.
No voy a discutir acá los aspectos comerciales y políticos de la película, pero sí diré que, más allá de lo que de estos pueda sacarse, se trata de una verdadera obra maestra. La técnica es absolutamente nueva; pienso que sería muy beneficioso que la compañía pudiera verla, de la misma manera que un grupo de artistas observa y estudia un Rubens o un Rafael.
No hay personajes en el sentido individual del término, no fue filmada en estudios. Y sin embargo es fascinante más allá de toda expresión —su representación vívida y realista de un fragmento de historia es mucho más interesante que cualquier película de ficción, y esto por la genialidad de la producción y de la dirección. (La empresa bien podría considerar asegurarse la colaboración del realizador, un joven ruso llamado Eisenstein). Por cierto, los rostros de los personajes, exentos de maquillaje, son realmente notables, así como las exquisitas imágenes que se alternan con escenas dramáticas crudamente realistas.
¿Podría y estaría interesado en procurarse una copia?(1)
David O. Selznick
17 de mayo de 1927
Al Sr. Mayer
Usted quería que se le recuerde que debe discutir con el Sr. Thalberg, el Sr. Feist(2) y los directores de ventas, acerca de la posibilidad de adjuntar películas dramáticas de una o dos bobinas(3) al programa 1927-28. El Sr. Rapf ya está a favor de este proyecto…
Sería razonable imaginar que un cine que pasa comedias preferiría equilibrar su programa con un drama de dos bobinas en lugar de con una comedia de la misma duración.
Buscando posibles temas, encontramos centenas de eventos y piezas que podrían ser pequeñas gemas si pudiéramos filmarlas en una o dos bobinas, pero de las que ni comercial ni cinematográficamente podríamos hacer largometrajes. Una estrategia que nos permitiría progresar artísticamente, a nosotros y a la industria del cine en general, es sondear al público acerca de los cortometrajes que ve cuando ya está instalado en la sala para ver una película. Pienso que hombres como usted mismo, el Sr. Hays(4) y, en verdad, el grupo de la recientemente creada Society of Arts and Sciences(5) deberían apoyar fervientemente un proyecto de este tipo.
No estamos equipados para hacer cortometrajes de comedia, pero sin duda somos capaces de realizar cortometrajes dramáticos. Los decorados que están montados podrían ser utilizados sin ningún tipo de modificación. Siempre hay un gran número de técnicos asalariados con bastante tiempo disponible como para enfrentar la realización de un cortometraje de veinte minutos. Igualmente, podríamos asegurarnos la participación de aquellos comediantes conocidos que están bajo contrato con la compañía, así como grandes nombres del largometraje en un formato reducido.
No propongo realizar estos films con nuestras estrellas, sino potenciar a los actores de comedia de nuestros largometrajes —personas como Lionel Barrymore, Renée Adorée, Conrad Nagel, etc. También podríamos darle la oportunidad a aquellos humoristas que queremos hacer estrellas dentro de uno o dos años.
Estoy seguro que nuestros directores participarían con entusiasmo, ya que la mayor parte de los creadores que trabajan en el cine tienen ideas que amarían expresar en cortometrajes. Pero, personalmente, sería partidario de utilizar el cortometraje como un espacio de formación para realizadores, más que como una actividad paralela de los directores que ya tenemos. Estoy absolutamente convencido, como seguramente lo están los miembros del consejo de administración y usted mismo, que entre nuestros guionistas, montajistas y asistentes de dirección, un buen número de personas serían capaces de convertirse en buenos directores, si tuvieran la ocasión. Pero no podemos permitirnos darles un largometraje. Hacer una serie de cortometrajes sería muy significativo para nosotros ya que, en el plazo de un año, nos daría cuatro o seis nuevos directores con salarios muy bajos. Creo que depende de firmas como la nuestra introducir nueva sangre en nuestros sectores creativos; de lo contrario, estaremos cada vez más a merced de gente ya consagrada, y los salarios continuarán escalando.
Se podría argumentar que tal unidad podría obstaculizar la ejecución de tareas de los equipos de largometrajes. Tal argumento sólo podría interpretarse como una admisión de falta de organización. Si un hombre dirige ese sector (y propongo respetuosamente mi candidatura para ese puesto), no hay ninguna razón por la cual los otros directivos deberían estar al tanto de que se está haciendo un cortometraje, antes de que este se proyecte terminado.(6)
David O. Selznick
Notas:
1 Se trata de una de las primeras notas escritas por Selznick en la MGM.
2 Felix Feist, responsable de ventas de la MGM.
3 Una bobina dura unos once minutos.
4 Will H. Hays, presidente de la Motion Picture Producers and Distributors of America, Inc.
5 La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, fundada casi una semana antes de la fecha que marca la carta, el 11 de mayo de 1927. [N. del T.]
6 Fue solo unos años más tarde que la MGM realizó algunos cortometrajes dramáticos (títulos de la serie: The Passing Parade, The Crime Does Not Pay, Miniatures, etc). Un gran número de guionistas, de realizadores y de importantes comediantes se formaron a través de esos cortometrajes, quienes continuaron su carrera con éxito entre los años 1930 y 1940.