Mi interés por el video empezó con la electrónica. En dos años en Colonia, aprendí bastante. No me gustaban mucho las imágenes concretas. Cuando pensaba en imágenes, eran imágenes muy parecidas a las que los impulsos electrónicos podrían producir. No tenía ninguna idea preconcebida sobre lo que iba a pasar. Al principio, todo fue puramente instintivo. Creía que, como en un televisor había una cierta cantidad de transistores y resistencias, si los ponías en contacto, necesariamente sucedería algo nuevo(...)