Ardiente y obstinada. Una esperanza en tres partes
Trabajar cansa, ya lo dijo Pavese. El ritmo de trabajo en los talleres es frenético, dado que los empleados son pagados en efectivo por prenda confeccionada. Siguiendo la máxima bressoniana, al proceso productivo alienante e hiperveloz, Wang aplica tácticas de lentitud y le da suficiente tiempo y espacio a sus personajes para desarrollarse. No solo filma la jornada laboral, sino también los intersticios cotidianos entre la misma, cómo se construye la subjetividad de cada uno de sus protagonistas, inevitablemente cifrada en el trabajo(...)