La película ha producido escándalo por una verborragia que evoca a Céline y por un hedonismo que hace pensar en Henry Miller. En verdad el escándalo está en la cabeza de los espectadores, que se sienten desenmascarados por esta película y no comprenden cuánto de la obra refleja un desconcierto, una angustia que no son, sin dudas, propias del autor(...)