Abbas Kiarostami

No ser útil Arrebatos

No ser útil

Entre la infinidad de virtudes que críticos, comentadores, estudiosos y aficionados han observado en "El sabor de las cerezas" se encuentran habitualmente la hermosura de los planos, la profundidad de la temática, las sutilezas cómicas y la elocuencia de Kiarostami para evadir la censura iraní. Sin embargo, vale la pena llamar también la atención sobre la manera en que se presenta el tema del suicidio, en tanto lo hace en la singularísima forma de lo que podríamos denominar un suicidio con otros(...)
Contraplano del realismo Arrebatos

Contraplano del realismo

Ante el cine de baja intensidad, el drama atenuado, el rechazo del efecto catártico y aquella escrupulosa indiferencia que según Bresson caracteriza a la cámara, pero que resulta tan adecuada para describir su cine (así como a toda una tendencia estética), la cuestión es recuperar la reflexión más que la fe en la representación, la tradición de la imagen más que la del realismo, la construcción de sentido más que el reflejo primario o el hallazgo de una verdad(...)
El gesto de Rossellini Arrebatos

El gesto de Rossellini

El texto hablaba de sólo algunos de los tantos cineastas que (...) a mi entender son hijos e hijas de ese gesto iniciático que tanto se le reconoce al maestro italiano, ese salir a la calle a filmar una realidad concreta mediante los mecanismos de la ficción; una realidad que no estaba planteada desde una observación objetiva, ni mucho menos documental, pero que contenía en cada plano, en cada escena, en cada fragmento narrativo, más elementos de lo real de los que el cine, rodado principalmente en estudios, conocía hasta ese momento. ¿No es esa integración de otros elementos a la narración, acaso, uno de los rasgos que distingue en la historiografía al cine moderno?(...)
Privacidad insonorizada Exploraciones

Privacidad insonorizada

En la inaudibilidad momentánea vestida de azar, ya por la sobrecarga del campo sonoro que enmascara el hilo de voz, ya por la falla interna del dispositivo de registro que deviene en silencio absoluto, se genera un espacio de resguardo y complicidad entre los sujetos protagonistas del que, como espectadores, quedamos fuera. De forma inesperada quedamos librados, momentáneamente, a merced de la soledad. Devenidos oyentes furtivos, nuestro corazón se saltea un latido y nuestro oído se carga de nada(...)