César González

A propósito de “Okupas” Cine expandido

A propósito de “Okupas”

Que la serie destine un capítulo entero (uno de los mejores) a la aventura quilmeña es, a su manera, una declaración de intenciones: vamos a perder el tiempo —ese valioso capital de la sociedad de consumo— vagando por las calles, hinchando las bolas en cada antro que encontremos y haciendo lo que hacemos. No haremos nada en este capítulo que no sea seguir a nuestros protagonistas en su vida; nada saldrá de esta aventura que no sea el endurecimiento del vínculo. Nuestros amigos, orgullosos de su condición, prefieren convivir con sus culpas antes que someterse a lo que hoy llamaríamos la lógica de la deconstrucción(...)
La canción de las bestias Exploraciones

La canción de las bestias

Así se le aparece Hueso a Laura la mañana después del encuentro con Weisman, primero como una silueta oscura que la espía mientras se baña, luego como un rostro inexpresivo que la recibe en su propia casa y la desafía (“¿Qué?, ¿le molesta?”, le espeta Hueso cuando la dueña lo reta por estar invadiendo su casa). En una continuidad lombrosiana, por carácter transitivo, se desprenden su lascivia, su agresividad y su obscenidad; elementos que, llevados a un extremo sin asomo de tensión o contrapeso, compiten con la buena voluntad de la dueña de casa, que rechaza convocar una figura masculina de autoridad (su marido) o denunciar provocaciones y abusos a la policía(...)
Contraplano del realismo Arrebatos

Contraplano del realismo

Ante el cine de baja intensidad, el drama atenuado, el rechazo del efecto catártico y aquella escrupulosa indiferencia que según Bresson caracteriza a la cámara, pero que resulta tan adecuada para describir su cine (así como a toda una tendencia estética), la cuestión es recuperar la reflexión más que la fe en la representación, la tradición de la imagen más que la del realismo, la construcción de sentido más que el reflejo primario o el hallazgo de una verdad(...)
El gesto de Rossellini Arrebatos

El gesto de Rossellini

El texto hablaba de sólo algunos de los tantos cineastas que (...) a mi entender son hijos e hijas de ese gesto iniciático que tanto se le reconoce al maestro italiano, ese salir a la calle a filmar una realidad concreta mediante los mecanismos de la ficción; una realidad que no estaba planteada desde una observación objetiva, ni mucho menos documental, pero que contenía en cada plano, en cada escena, en cada fragmento narrativo, más elementos de lo real de los que el cine, rodado principalmente en estudios, conocía hasta ese momento. ¿No es esa integración de otros elementos a la narración, acaso, uno de los rasgos que distingue en la historiografía al cine moderno?(...)