Creo que, fundamentalmente, el fantasma es 'la' figura del cine. Creo que el fantasma no solo tiene que ver con el miedo, sino más bien con cierta caída del tiempo y del lugar, con dejar de pertenecer —es decir, con estar en los márgenes—, con estar desempleado o incluso con ser un niño no querido: esas personas se sienten fantasmas. Y el cine siempre cuenta las historias de personas que ya no pertenecen, pero que quieren volver a pertenecer. El fantasma quiere materializarse, quiere sentimientos, piel, y eso para mí es un tema clave(...)