Se sabe que la trama, en Naruse, está marcada por la desgracia. Pero es necesario precisar su naturaleza. No es solamente el hecho de las vidas perdidas: amores sacrificados al dinero o a la convención, vidas quebradas o desorientadas por la guerra, la servidumbre femenina de esposas, sirvientas o geishas. Es sobre todo que estas desgracias están sometidas a una gran ley de equivalencia(...)