Plano/contraplano
Salgo del ensimismamiento. Las dos montañas de fideos que aparecen frente a nosotros me obligan a prestar atención. Mi hambre se refleja en tus ojos pero vos sos la más hábil. No tengo, todavía, esa destreza para hacer de los palillos una extensión delicada de mis dedos. Tengo el deseo pero no la técnica. Es un incordio, porque los fideos y las verduras se me piantan a cada rato y lo único que saboreo es el aroma de un aceite delicioso que vuelve todo más desesperante(...)