Pauline Kael

Stanley Insólito (Pauline Kael, 1972) Traiciones

Stanley Insólito (Pauline Kael, 1972)

Quienes creen en la censura se enfocan principalmente en el sexo y, en general, se preocupan por la violencia solo cuando está erotizada. Esto significa que prácticamente nadie plantea el tema de los posibles efectos acumulativos de la brutalidad cinematográfica. Sin embargo, es seguro que, cuando noche tras noche las atrocidades se nos presentan como entretenimiento, el tema merece un poco de inquietud. Si aceptamos toda esta cultura pop sin preguntarnos qué hay en ella, nos convertimos en naranjas mecánicas(...)
Oceánico, infinito Arrebatos

Oceánico, infinito

Como piratas, náufragos o pescadores, incontables niños han soñado con las profundidades del océano —la superficie, bella como es, no tendría el menor impacto si no fuera por la certeza de que abajo de ella yace un misterio insondable—. (...) En el océano sin límites un ser humano corre peligro constante, y eso no cambió demasiado con el nacimiento de la inmersión extendida; al contrario, el peligro se diversificó, cobrando formas nuevas e impensadas. Mar y aventura, entonces, siempre fueron de la mano. No resulta muy distinto en el mundo adulto. Es recurrente la figura del oficinista aburrido, harto de su rutina gris, que sueña con embarcarse hacia la nada; estilo de vida que imaginamos como un sacudón de adrenalina incesante con un cariz existencial(...)
Herman J. Mankiewicz, autor de “El ciudadano” Exploraciones

Herman J. Mankiewicz, autor de “El ciudadano”

Si la polémica en torno a Mank y los atentados contra el “monstruo sagrado” resulta productiva en algún aspecto, que sea el de mantener algo de ese impulso desmitificador, no para una mera discusión en torno a entradas y salidas de un olimpo de artistas consagrados, ni para negar a Welles su genio creativo, sino para iluminar aspectos más opacos del arte cinematográfico(...)
Miedo a las películas (Pauline Kael, 1978) Traiciones

Miedo a las películas (Pauline Kael, 1978)

¿La gente está empezando a tenerle miedo a las películas norteamericanas? Cuando mis conocidos me preguntan qué deberían ver y les digo The Last Waltz o Convoy o Eyes of Laura Mars, puedo percibir el rechazo. Es la misma mirada de desconfianza con la que antes me encontraba cuando recomendaba Carrie o The Fury o Jaws o Taxi Driver o las películas de The Godfather. Inmediatamente empiezan a decir que “no les gusta” la violencia. Pero, a medida que hablan, se puede ver que le temen a algo más que a la violencia(...)